Erase en la playa, cuando empezamos nuestro amor, nos gustaba disfrutarlo en plenitud… así que corríamos en la arena, reíamos, cantábamos, y también en momentos de quietud contemplábamos el paisaje marino… este sentimiento con los rayos del sol se tornaba aún más cristalino, lo enlazamos y lo hicimos uno solo, entonces ya no eran dos… era un solo corazón como un jardín gigante con matices rosados por las camelias que se acumularon, durante el tiempo que nos amábamos… mientras el rocío de ellas destilaba bondad, nos saciamos gota a gota del este don genial.
Eramos dos locos sueltos, alcanzando un ideal disfrutando paso a paso la felicidad… fueron aquellos besos una fogata de fervor, quedando en tus labios todo mi sabor, más ahora lo has olvidado todo… Qué hice para perder el encantamiento del verdadero amor? Aún cuando evoco el recuerdo de nuestro romántico candor… dispersa su perfume en todo derredor, quedando la fragancia de una dulce flor. No puedo entender si tanto nos amamos, como todo aquello se desvaneció.
Perfecto, era perfecto, pero una nube gris lo destruyó. Perfecto, era perfecto, pero permitiste que llegué el adiós. -Anydey-
Bonito aunque triste…
Me recuerda la canción de Ricardo Arjona, “Se nos muere el amor.”
Saludotes amiga…
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Si, es verdad un final triste.
Un abrazo Jonathan.
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Esas historia sacan lagrimas.
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De acuerdo contigo!
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Triste pero algunas veces las historias de amor, así son. Saludos.
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Así es amigo!
Bendiciones mil para ti.
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